Repetia siempre que necesitaba esa literatura para seguir viviendo.
Plaza Miserere y aledaños, viernes 3 de la tarde y el caos vehicular es solo el incesante temblequeo de lo que vendra siempre. En todo caso de lo mismo que sucede en ese preciso instante.
El colectivo de la Linea 132 lleno de colegialas y gente que por ejemplo lee libros sobre las malformaciones, la andanada de mensaje de texto por celular, las quejosas quejas del smog, de la transpiración en pleno invierno, de los malditos cortes de calles, las manifestaciones y el cuadro prolijo de policias que hacen de custodiar los posibles desmanes.
Los del colectivo 132 siguen en pie.....otros sentados y cuando se dice que el angelus no se posa sobre nuestras cabezas, es por que esta ocupado o porque apago el celular harto de las quejosas quejas y las horrendas transpiraciones con baja temperatura.
Otra vez lo mismo dira, estos se acuerdan solo en el desastre emocional y peatonal. Gestos malintencionados sobre la calle Bartolomé Mitre hacia los que carroñan los cartones (palabras textuales de la señora con sombrero lila) y remueven latidos.
Igual el papa del ángelus todo lo mira. Debe de mover la cabeza hacia ambos lados abriendo las manos como buscando respuesta. El 132 pasa por el Sanatorio Mitre y ahí parece estar la porcion de litaratura que tanto anhelaba.
Ruidos, ruinas, perforadoras y dialectos en un barrio que paso a ser chino. Retazos y mas retazos, lo importado no tiene garantia. La Peruana que vende servilletas peleándose grita que la vereda le pertenece. Vuelvo a el 132 mas lleno de gente aun. Sigo con el ruido y la puerta del sanatorio Mitre. De la misma manera que la nariz se torna punteaguda, los pechos imitan ese angulo. Pareciera que la mirada tambien. Ahora el que abre los brazos como buscando explicación es el mismo que rogaba la literatura en la calle.
Me parece que aquí debo darle la derecha entre tanto smog.
Me bajo sigilosamente a seguir a la chica. La paro en la esquina y le pregunto su nombre.
Entre tanto giterio de ofertas no alcance a oir bien el nombre.
Me parece que dijo algo como Alma o Alba...
El 132 o mejor dicho los 132 que goteaban rumbo a Congreso.
Este dia es para mover cabezas y pararse en alguna esquina o vereda a observar el panorama, para planear la jugada. Para frenar las contracturas, las verbales tambien...
Para luchar y no quedarse mendigando cuadros que pasarian a ser visto como meramente esteticos de alma.
Esos que remueven latidos entre las bolsas de consorcio no tendran que ver quizas nada con la estetica o quizas si desde otro punto de vista.
Lo jamas efímero es el incesante ir hacia donde los latidos se tornen mas placenteros.
Buscando o no (alguna chica saliendo de un sanatorio) literatura.
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Hace 7 años
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